Y de un instante al otro, en un abrir y cerrar de ojos, estaba completamente sola, no se escuchaba ni el canto de un pájaro. Mire a mi alrededor para reconocer el lugar y pensar como habia llegado allí, tardé un rato en darme cuenta que era, estaba en un bosque, un bosque no muy bello, no habia nada más que arboles y plantas, ni una flor crecía. A unos metro de donde estaba parada habia una silla y una mesa, parecían un poco antiguas y me daba escalosfríos el pensar porque estaban allí y que rol jugaban en el lugar, caminé despacio y con precaución por si algo saltaba de los árboles o los arbustos. Cuando llegué, un viento frío me sacudió las ideas, me dí media vuelta y habia una silla grande, era parecido a un trono, solo que no tenía diamantes o cosas como esas de los cuentos de princesas, parecía tambien muy antiguo, me acerqué con suma precaución otra vez y pasé la mano sobre el apoya brazos, era muy frío, un metal muy frío y no daba gusto sentarse en él. Me quedé parada frente al trono pensando como había llegado ahí, pero era inútil, nada se me venía a la cabeza, ¿será que la tenía tan quemada que no podía ya ni pensar?.

Tenía miedo, no sabía como habia llegado, como esa mesa y esa silla habian llegado allí y como ese trono habia aparecido de la nada. Estaba oscureciendo muy rápido y no tenía tiempo para salir corriendo, porque en minutos me iba a quedar a oscuras y no iba a ver nada, absolutamente nada. Lo único que me podía salvar era un milagro, pero dudaba en que ocurriese en ese preciso instante, no podía hacer nada más que sentarme en la silla o el trono y esperar a que amaneciese al otro día para poder emprender el camino hacia la salida de ese bosque tenebroso. Me senté y me dormí, unos brazos me abarazaron de la nada, me asusté y pegué un salto de donde estaba sentada.

-No temas- me dijo- Yo estoy contigo, jamás te voy a abandonar-
Al segundo, me dí cuenta quien era, era una voz femenina, muy dulce y sincera, pero el solo escucharla te daba piel de gallina y sentías que te tomaba el alma y se la apropiaba. No podía hacer nada, ya se había aporedado de mi alma, no podía sacarla de mi mente, iba a convivir conmigo toda la vida, por siempre y no podía hacer nada. Me volví a sentar, y volví a sentir esos brazos que me tomaban por atrás y me abrazaban una vez más para poder protegerme, me volví a dormir, y sentí que jamás iba a volver a despertar... todavía siento que no desperté de ese sueño y que no salí de ese bosque tenebroso y que por supuesto, esos brazos me siguen tomando por detrás y me abrazan, pintandome con colores la vida y mintiendome una vez más.


Me miras fijo y me juras amor eterno, yo (como buena tonta inocente) te creo, siento que te amo en cuerpo y alma. Pero no se si sientes lo mismo, no lo sé, y me inquieta saber si me juras amor verdadero, sin traiciones, ni mentiras. Ojalá pudiese leer tu mente y saber que piensas, o aunque sea, entrar en tu corazón para saber si sientes lo mismo, para aunque sea sacarme esa duda que me come la cabeza.
Me tomas la mano y me llevas a caminar, siento que vuelo, siento que sientes lo mismo que yo, pero no estoy segura, no estoy muy segura si lo haces para satisfacer mi dolor interno o si es por verdadero amor. Quisiera saber, saber bien que sientes y piensas cada segundo cuando me tomas la mano y sacas a caminar esas tardes de verano... quisiera saber...

No quiero verte, ni hablarte, ni escucharte, quiero esquivar todo lo que recuerde a tí, esquivar todo movimiento cercano a tí. Pero... el corazón me traiciona, y proyecta una figura tuya cada momento en mi mente, cada segundo tengo que recordarte, tengo que ver tu figura en mi cabeza. Miles de veces dije que te habia olvidado, pero mi corazón y mi cabeza me juegan mucho en contra, los odio, los odio con mi alma, los odio porque no te olvidan, porque te recuerdan y proyectan esa figura tuya en mí. Siento que jamás te van a dejar ir, que toda mi vida vas a vivir en mi cabeza, que voy a tener que soportar cada segundo de mi vida viendote, escuchando tu voz en mi cabeza, porque no te olvidan, porque me juegan en contra. ¿Porque es así?.