En esta vida aprendí que hay que aceptar los errores de los demás y los propios, hay que saber cuando hablar y cuando callar, hay que saber perdonar aunque no siempre querramos. Aprendí que no todo es color de rosas y que no en todo nos vá perfecto. Que si en una vez no sale hay que intentar otra y otra y otra hasta que salga. Que no hay que echarse atrás, que no hay que ser tan cobarde y aveces, arriesgarse a más, porque NUNCA hay nada que perder. Aprendí que hay que respetar los tiempos, porque para todo hay tiempo y lugar. Aprendí a obedecer, a respetar y a confiar. Aprendí que no todo lo que brilla es oro. Aprendí que se come para estar vivo, no se vive para comer. Aprendí que todo tiene un fin, nada es para siempre. Aprendí que a todos nos llega nuestra hora del adiós y del descanso eterno. Aprendí que el que quiere puede, y el que puede quiere. Aprendí que no siempre tengo la razón. Aprendí a compartir aunque no quiera, a no ser tan egoísta. Aprendí que no siempre se obtiene lo que se quiere. Aprendí que cada cosa a su debido tiempo, y que hasta a veces algunas cosas llegan solas y cuando las dejas de buscar. Aprendí el valor de la amistad, el valor del amor, el valor de la familia. Aprendí a sonreir cuando estoy triste. Aprendí que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde y que nadie sabe de lo que se pierde hasta que lo tiene.