Era temprano, hacia frío y estaba nublado, me levanté de mi cama y caminé hasta la ventana, la abrí y sentí el viento frío y congelante que me helaba los huesos. Me quedé allí parada mirando a la nada, no miraba a un punto fijo, no veía algo que me llamase la atención y que quisiese mirar. Estube allí un buen rato, hasta que bajé la mirada y veía como los autos pasaban por dejabo de los 49 pisos de altura del hotel, parecía que muchos no deseaban conducir, tocaban bocinazos fuertes y se insultaban los unos a los otros porque no se apuraban, otros parecían tranquilos como que no tenía problema alguno del tráfico, parecía que no les importaba o no se lo tomaban tan a pecho el echo de que algunos conduciecen más lento. Al rato volví la vista al frente y se me vino a la cabeza el pensamiento de saltar y acabar con mi estúpida vida, no sabía como reaccionar, no sabía si saltar o no, no tenía otro pensamiento en mi cabeza que solo saltar y terminar, que vengan los paramédicos y ambulancia me lleven y avisen a mis padres que no me habian podido 'resucitar' o salvarme la vida. Sin darme cuenta, sin pensarlo me subí a la ventana, me paré y extendí mis brazos, no hacia otra cosa que mirar al frente y ver el cielo gris, lleno de nubes y ni un rayo de sol, los pajaros volaban y la gente caminaba, nadie levantó la vista suqiera para ver el cielo y sin pensarlo verme a mí allí parada a punto de suicidarme. Comenzé a sentir que de mis ojos caían lagrimas saladas, eran imposibles de parar, no sabía porque lloraba y quería parar pero no sabía como, de un instante al otro, salté, sentí como caía, como el viento me golpeaba el rostro. Ya era tarde, no habia vuelta atrás, no podía hacer nada más, se habia acabado todo... Era el fin... Fin a todo...